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Claustro

Vista general del jardín del claustro de la abadía

La disposición de un monasterio siempre se organiza en torno a un claustro central: un jardín y cuatro galerías que dan paso a las estancias principales. Por tanto, desde el claustro podía accederse a la abadía por el sur; a la sacristía, la sala capitular, la prisión y el dormitorio por el este; y al calefactorio, el scriptorium, el refectorio y la cocina, por el norte. Desafortunadamente, casi no queda ningún rastro del claustro de Escaladieu puesto que fue desmantelado y seguramente vendido en el siglo XIX. Los únicos elementos arquitectónicos visibles en nuestros días y que atestiguan la existencia pasada son algunas columnas a lo largo de los edificios, así como las repisas de la fachada norte de la abadía.

Zoom

Las repisas

Una repisa, en arquitectura, hace referencia a un elemento que sobresale de un muro que, cuando se utiliza en una estructura exterior, como aquí en Escaladieu, sirve para sostener el tejado. Su nombre en francés (corbeau) proviene de la postura que adquiere el animal cuando se posa en lo alto de un muro. Generalmente está integrada en el muro durante su construcción y está formada por una sola pieza. Por consiguiente, constituye una marca visible que atestigua la presencia de una avanzada cubierta, en este caso de la galería del claustro.

Zoom de dos repisas sobre el muro norte de la abadía